Respecto al porte de la espada en Logia

En ocasiones se apunta que la presencia y el porte de la espada en Logia sea una tradición heredada de las antiguas Logias Militares. Sin embargo, existe otra argumentación que comparto y que a continuación exponemos: Encontramos escrito ya en alguna divulgación, como la del “Sceau Rompu” de 1745: "todo Masón en Logia es gentilhombre: deponemos entrando su condición de plebe, como dejamos sus títulos en la puerta con el fin de estar todos al mismo nivel". Una explicación se hace necesaria sobre el término gentilhombre: en inglés, gentilhombre quiere decir " persona elevada, de buena compañía". Los masones ingleses se recrutaban evidentemente sólo entre los gentilhombres. Cuando la francmasonería atravesó el Canal de la Mancha, tradujimos - correctamente - gentle por gentil y men por hombres, lo que dio "gentilhombres". Pero un gentilhombre, en francés, no quería decir la misma cosa que en inglés; esto significaba " de familia noble " (como el inglés nobleman): el diccionario de la Academia da para definición " noble de raza ". ¿Es por esto que todos los masones se hicieron unos "burgueses gentilhombres"? Esta razón parece haber empujado en todo caso a los masones franceses, para poder considerarse totalmente como "gentilhombres", a practicar la "nivelación por lo alto" (desde el punto de vista de la escala social) otorgándose mutuamente una nobleza ficticia: mientras que, en la vida social del Antiguo Régimen, el porte de la espada estaba reservado para los aristócratas, los masones franceses del siglo XVIII convinieron, para marcar mejor la igualdad que predicaban, que todos los masones, cualquiera que fuera su origen social, podrían llevar la espada en Logia (es el origen de nuestro talabarte/cordón, decoración desconocida, salvo error, en la masonería inglesa). Como escribe Ligou al respecto, este cordón, en otro tiempo herencia de las personas nobles, se hizo desde entonces distintivo "de los Maestros Masones, personas nobles por el corazón y espíritu". Hay que decir que recíprocamente ("nivelación por lo bajo" siempre desde el punto de vista de la escala social), todos llevan el mandil, símbolo del trabajo manual que en la época estaba prohibido entre la aristocracia. Podemos pues decir simbólicamente que todo masón, ya sea aristócrata o plebeyo, es a la vez en Logia un gentilhombre que lleva la espada y un trabajador que lleva el mandil, cosas absolutamente incompatibles en el XVIII. Vemos pues el porqué de la presencia del porte de la espada en Logia, que a pesar del reparo que a veces suscita, no está privada de un potente valor simbólico. Y he aquí también por qué el porte del cordón sin el mandil, que todavía se practica en algunas Logias, puede ser considerado una verdadera herejía desde el punto de vista simbólico y, visto desde el mismo ángulo, la señal de una pretensión rara: es decir, como en el Antiguo Régimen, " soy noble, pues no trabajo". Joaquim Villalta, 33° Muy Pod.·. Sob.·. Gran Comendador

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